Que escuchamos, a quien le creemos !!!

En esta vida, tenemos muchos estimulos en nuestro día a día,  estamos en el mundo, vivimos en el mundo y aunque no somos del mundo, estamos inmersos en el.

Podemos elegir que escuchar y en que creer, pero cuando tenemos a Cristo en nuestro corazón, la verdad de su palabra, su verdad... nos ayuda a discernir la realidad de las mentiras.

Así como está Dios, siempre disponible para nosotros,  existe un enemigo real que tratara de disuadir nuestra mente y contarnos mentiras, para que no nos acerquemos a Dios, ni a su verdad, porque así mientras nos entretiene y nos mantiene lejos, se deleita en destruir nuestra vida, relaciones y robar nuestro tiempo, para finalmente quedarse con nuestra alma.

Juan 10:10 

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Las promesas de Dios son nuestra mejor ayuda y tener su palabra en nuestro corazón, nos permite salir adelante, frente a cualquier situación que nos toque enfrentar.

Jesús enfrentó una fuerte tentación en el desierto, en su condición humana, El sabe lo difícil del proceso y si perseveramos en El, nos ayudará siempre.

Lucas 4:1-13

Tentación de Jesús

Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo. 

Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre.

 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.

Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.

Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra.

Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.

Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.

Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo;

porque escrito está:

A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; y,  en las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 

Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.

 Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo.



Sembremos  palabra de Dios en nuestro corazón, para que al declararla en nuestra vida, el diablo se aparte de nosotros y podamos vivir la vida abundante que Jesús nos promete.