Una fe sencilla
Dios nos llama a lo simple, a una relación con El, a una fe sencilla, sin tanta religiosidad que a veces nos aleja de nuestro Padre y nos muestra como que El estuviera distante, cuando no es así.
Dios nos dice que seamos como niños, los niños son simples, no cuestionan, actúan naturalmente y tienen la capacidad de creer sin cuestionar, ellos saben que si su papá terrenal les promete o dice algo lo hará, así debemos ser con Dios, sabiendo que si le creemos y confiamos, veremos su Gloria y favor en nuestra vida.
Mateo 7:8
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Para conocer a Dios más profundamente, debemos disponernos y recibir a Cristo en nuestro corazon, eso nos hace sus hijos y nos comienza a mostrar el camino por el que debemos andar.
Te invito a hacer una pequeña oración en voz alta, para que lo recibas como tú Señor y Salvador personal: Señor Jesús, te necesito, reconozco que moriste en la cruz por mis pecados, pido tu perdón y que entres en mi vida cómo Señor y Salvador, para que hagas de mi, la persona que tú quieres que yo sea, escribe mi nombre en el libro de la vida. En el nombre de Jesús. Amén.
Si realizaste está oración, ahora eres un hijo de Dios, búscalo cada día en oración y El se encargará de tus necesidades físicas y emocionales.
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